domingo, noviembre 25, 2007

Dos Pájaros de un Tiro y los regalos para el alma


Parecía que el público no llenaría las galerías de la ahora modernizada Quinta Vergara, la gente llegaba de a poco, lentamente, con chales, con cojines, con parkas... como si fuera otoño, como los viejos tiempos del Estadio Santa Laura. Sin embargo no estábamos esperando un partido de fútbol, esperábamos que comenzara el concierto del que veníamos conversando hace ya varios meses.
Aún recuerdo el día que lo supe: Serrat y Sabina tocarían juntos en un recital... una gira que comenzaría en España y terminaría acá en el fin del mundo. Y el día llegó, con entradas en mano y acompañada de los amores necesarios para el alma, me senté en la galería esperando ansiosa el momento en que se apagaran las luces y la fiesta comenzara.
Y así fue. Las luces cedieron a la aparición de enormes pantallas y dos hombres (ya mayores porqué no decirlo) salieron al escenario para darnos el gusto de aplaudirlos hasta que nuestras manos enrojecieran, y gritarlos hasta que las gargantas enronquecieran. La galería -ahora repleta- coreaba sus canciones.
Todo fue perfecto. La noche, la compañía, las canciones, los diálogos, las risas y las lágrimas. Fue una de esas noches perfectas, que parecen sacadas de un sueño, donde todo y todos confluyen para que seas feliz.
Tal vez es la magia de ver en vivo y en directo a quienes son parte de tu historia, que acompañaron tus noches de estudio en la Universidad, que te recordaban a esos amores sufridos de la adolescencia, con los que viste brindar y bailar a tus padres... las canciones que nos ayudaban a gritar lo que por mucho tiempo nadie podía decir, las que te dedicaron, con las que gritaste hasta más no poder y las que te hacían llorar en momentos de soledad, las de aquellas borracheras memorables.
Ahí estaban, acompañándonos y entregándonos un regalo para el alma, recodándonos que hay más 100 razones para estar vivos y que ésta es una de ellas.

lunes, noviembre 12, 2007

El gusto de hacernos callar


"A mí no me calla nadie", repetía Hugo Chávez una y otra vez en la tele, en la radio, a la prensa nacional, a la internacional, al chofer de su vehículo, a la señora que le hizo el aseo en la habitación del hotel... me parecería extraño que alguien de los que se cruzaron en su camino no quedaran con el mensaje de que al presidente venezolano no se le calla... a estas alturas el mismo rey tendría que saberlo.

Y Chávez se salió con la suya. Vino, dijo lo que quiso y se fue. ¿Y quién más podrías hacerlo hoy en día que él?

Tal vez sea por lo impetuoso de su léxico, o porque la verdad el poder le está nublando la claridad... no lo sé, pero lo que sí tengo claro es que -nos guste o no- este presidente venezolano es el único capaz de decir a viva voz todo aquello que le cuesta tanto a los latinos, con modales poco ortodoxos claro está, pero con justa razón...

Cómo decía una amiga el otro día, Chávez viene a poner la cuota de sabor que le falta a este continente tan sombrío y acallado por siglos, tan vulnerado y robado, tan silenciado y oprimido... parece que al mundo le gusta hacernos callar.

Se ha transformado sin quererlo en un caudillo, un autodenominado gurú, que ha comenzado a poner en la agenda noticiosa las declaraciones más sabrosas que hemos escuchado en años... alguien que por fin de dice en la ONU a Bush que es el diablo... Y ES LA VERDAD!!!! Como es verdad que los bolivianos también merecen disfrutar del mar...

Celebro a quienes están por decir las cosas por su nombre. A quienes son capaces de sentarse en este mundo organizado por unos pocos para que el dinero sea la felicidad (porque ellos lo tienen en grandes cantidades), para que los objetos de consumo sean también objeto de depredación de la tierra, para quienes gozan de privilegios que escasean en continentes enteros, Chávez es capaz de sentarse en todos ellos y llamarlos por sus verdaderos nombres.

Claro que adolece de las "buenas prácticas" de la diplomacia, tiene un ademán de superpoderoso que nunca es sano para nadie, tal vez en su fuero interno quiera ser recordado al nivel de Fidel Castro... pero por sobre todas esas cosas, nos dice que nadie es tan intocable, que la sangre azul NO existe, y que tenemos el deber y el derecho de decir lo que pensamos, de no permitir que nos callen... el cómo hacerlo es tarea de cada uno.